viernes, 26 de octubre de 2012

Quisiera compartir con vosotros mi experiencia, y al mismo tiempo, si puedo ayudar a alguien en mi misma o parecida situación, sería maravilloso.

"Quisiera compartir con vosotros mi experiencia, y al mismo tiempo, si puedo ayudar a alguien en mi misma o parecida situación, sería maravilloso.
A los 23 años me diagnosticaron artritis reumatoide seropositiva y después de un largo periodo de tratamiento con corticoides y sales de oro, empecé a sentirme bien. Con 27 años tuve a mi hija y estuve sin tratamiento y sin dolor 10 años; pensé que me había curado del todo pero... se acabó la alegría, pues me apareció un brote pero muy exagerado. Me hincharon las articulaciones en especial pies y manos hasta el punto de no poder casi ni caminar, y coger un tenedor con muchísima dificultad. No podeis imaginaros lo mal que lo he pasado. Han tenido que ayudarme a hacer todo, hasta lo más básico, incluso lavarme los dientes. 
Han surgído problemas matrimoniales y, por fortuna conocí a Ana Amorín para tratar de solucionarlos. En una de las citas con la psicóloga me propuso hacer anatheóresis  y acepté.
hicimos unas cuantas sesiones y una de ellas trató sobre mi enfermedad. Al momento sentí una mejora sorprendente pero no le di mayor importancia, pensé que sería una casualidad.
A los pocos días de esto, mi marido se puso a cambiar las pastillas de freno, me acerqué y después de ir haciendo pequeñas pruebas sobre mi fortaleza, me quedaba una, quizás la que más fuerza requería,   ¡aflojar los tornillos de la rueda! ¡he podido! ahora puedo hacer todo sola, abrir los tarros, en fin, todo lo que requiere fuerza. ¡Ya  no hay dolor! ¡estoy feliz! y lo más importante ¡estoy fuerte!
Quiero agradecérselo a mi psicóloga (Ana Amorín), mi más sincera enhorabuena por esta terapia, me ha cambiado la vida, vuelvo a saltar, bailar, en definitiva, estoy fuerte e independiente.
A mi me ha ido fenomenal, gracias y ojalá le pueda valer a alguien"
                                                                                                                                    Mari Q.

El resultado obtenido por Mari no es un milagro, es el resultado de su valentía y decisión a la hora de afrontar los conflictos que, arraigados en su inconsciente, estaban produciendo una manifestación física en su cuerpo. En esto consiste el proceso de descodificación biológica que ya os he descrito en articulos anteriores, en buscar la causa emocional que yace detrás de toda enfermedad y sanarla, no importa de que enfermedad estemos hablando, siempre hay un conflicto emocional inconsciente que provoca una respuesta biológica que se manifiesta en el cuerpo de una u otra manera . Además de anatheóresis, el tratamiento de Mari se completó con Flores de Bach, omega3 y fitoterapia (plantas medicinales) para tratar otros trastornos hormonales que acompañaban a sus síntomas.

Julio González
director de Centema
Centro de métodos naturales para la salud

martes, 23 de octubre de 2012

REIKI TAMBIEN EN LOS HOSPITALES ESPAÑOLES


A pesar de llevar ya muchos años en hospitales de Inglaterra o EE.UU. en España apenas había constancia de su uso en el Ramón y Cajal de Madrid, alguno de Barcelona y, de forma extraoficial, en la UCI de algún hospital murciano, sin embargo, poco a poco la constatación en la práctica de los profesionales hospitalarios, de enfermería sobre todo, de la efectividad de las terapias energéticas,  ha facilitado que esta práctica se extienda a otros centros de todo el país de una manera u otra, además de centros de terapias complementarias, como el nuestro, que desde años atrás se viene practicando. Debe reconocerse que tenemos un cuerpo energéticoíntimamente ligado a nuestro cuerpo físico, en el que podemos y debemos trabajar con energías.
 ¿Puede decirse que el Reiki cura cualquier enfermedad? pues no, y sí; en primer lugar debemos desprendernos de la "etiqueta" de enfermedad (no hay nada que impida tanto la sanación como el identificarse con la "etiqueta") y empezar a pensar en el enfermo (individuo único en el que se manifiestan una serie de procesos fisiológicos, emocionales y  mentales que él y sólo él vive de esa forma concreta y diferente de otro con diagnóstico similar y, por consiguiente, de origen y causa distinta). En segundo lugar no podemos afirmar, aunque tampoco negar, que mediante la aplicación de Reiki a un ser vivo se produzcan en éste modificaciones directas en su terreno biológico pero sí podemos inferir estas cambios de forma indirecta. Para comprender esto, debemos comprender primero que, todo proceso en el que la salud esté comprometida, sea este leve como un acné o grave como un cáncer, tiene un sentido biológico, es una respuesta a una situación previa de shock emocional que es reprimida en el inconsciente de la persona y, debido a esta represión, la naturaleza aporta una "solución" biológica; hay una emoción que podríamos llamar global (tengo miedo, siento ira...) y, subyacente, lo que llamaremos el "resentir" (¡estoy angustiado! ¡tengo pánico! ¡quiero matarlo! ¡no soporto a mi madre! ¡no soporto a mi marido! ¡me da asco! etc. etc.) cada resentir traduce una situación biológica en uno o varios órganos diana dependiendo de que tipo de conflicto se trate. Profundizaremos en esto en próximos artículos.  Dicho y comprendido esto, el Reiki u otras terapias energéticas pueden llevar al enfermo a un proceso de catarsis emocional en el que el bloqueo, el resentir, se exprese y la persona pueda tomar conciencia y liberarlo. Así pues, seria temerario decir que con Reiki se cura cualquier enfermedad, puesto que NO sustituye otras terapias, ya sean fármacos, quirúrgicas o cualquier otra tanto alopática como natural, pero sí puede ser un complemento que de realizarse de manera sensata y honesta puede marcar la diferencia entre la cura y la cronicidad, la sanación o la muerte, y, sin el fin es inevitable, la diferencia entre irse con sufrimiento o irse en paz.

Por otro lado, independientemente de las utilidades del Reiki cuando la salud está en riesgo, se trata de una terapia altamente relajante, agradable y gratificante, de la que pueden beneficiarse tanto niños como adultos sin más límite que el que cada uno quiera ponerse a sí mismo. En la Clínica Centema somos pioneros en Galicia en este tipo de terapia aportandola a nuestra oferta terapéutica desde hace 14 años. Hoy en día disponemos de cuatro profesionales con capacidad para aplicar esta técnica a distintos niveles, para que cada usuario elija el o la terapeuta con quien se sienta más a gusto, cuestión de feeling. 

No obstante, cierto es que debido a la naturaleza del Reiki, debe ser aplicada con rigor, sensibilidad, honestidad y sensatez y huir como alma que lleva el diablo de artificios luminosos y dogmas pseudoesotericos que con demasiada frecuencia se encuentran en quienes practican esta técnica. El Reiki es inocente de este pecado, de la misma forma que lo son los coches de los accidentes de tráfico.


 JULIO GONZÁLEZ
terapeuta, director de Centema
Centro de métodos naturales para la salud

miércoles, 10 de octubre de 2012

La enfermedad como respuesta biológica al bloqueo emocional


Emociones

Las enfermedades son una tentativa de autocuración, una reacción biológica de supervivencia frente a un acontecimiento emocionalmente incontrolable, de manera que cualquier órgano dañado corresponde a un sentimiento preciso y tiene una relación directa con las emociones y los pensamientos. Junto al doctor Philippe Levy, Flèche creó nuevos protocolos para organizar un método de diagnóstico original emocional y una nueva forma de terapia breve que busca en las emociones el origen y la solución a las enfermedades. Tiene publicados 17 libros. Si la causa primaria de la enfermedad es un conflicto emocional, la cura de dicha enfermedad debe empezar por revertir esta situación de conflicto para que el tratamiento farmacológico o de otro tipo que se aplique tenga éxito.Reproducimos aquí una entrevista al Dr Christian Fléche realiza por Ima Sanchis y publicada en La Vanguardia en noviembre de 2011


  • El cuerpo es nuestra herramienta de curación?
  •  Yo era enfermero en un hospital de Normandía y observe que pacientes con la misma enfermedad, tratamiento y doctor evolucionaban de manera muy diferente.

  • Bueno, cada uno es cada cual...
  •  Exacto, mi hipótesis es que las enfermedades son una metáfora de las necesidades físicas y emocionales de nuestro cuerpo. Cuando no hay una solución exterior a esa necesidad, hay una solución interior.
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  • ¿Eso es para usted la enfermedad?
  •  Sí, una solución de adaptación. Cada órgano del cuerpo quiere satisfacer su propia función, es decir, atrapar oxígeno, alimentos... Si el cuerpo quiere comer, pero en el exterior hay guerra y no lo consigue en un plazo razonable, se produce un shock.
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  • ¿Nace el conflicto?
  •  Sí, el inconsciente inventa una vía suplementaria de supervivencia: un síntoma, que es una solución o una tentativa de solución inconsciente e involuntaria a ese shock vivido. En ese caso, el miedo a morir de inanición atacaría el hígado.
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  • Póngame otro ejemplo.
  •  Una persona que siempre tiene prisa puede desarrollar un nódulo en el tiroides, que envía más tiroxina y aumenta el metabolismo del cuerpo, eso la hará más rápida.
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  • Pero tener prisa es psicológico.
  •  Todo lo que captamos a través de los cinco sentidos, de los captadores neurovegetativos que vienen del interior del cuerpo, lo que pensamos o imaginamos, se traduce en realidad biológica.
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  • ¿Y provoca un síntoma?
  •  Si no hay una solución concreta y consciente, sí. De manera que si escuchamos algo muy desagradable que nos afecta podemos tener acidez de estómago. Y hay algo muy importante que tener en cuenta.
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  • Dígame.
  •  El cerebro no distingue entre lo real o lo imaginario. Un trozo de limón en la boca o la idea de un trozo de limón en la boca provocan la misma salivación. En función del sentimiento particular, el shock afecta a una zona precisa del cerebro, visible por el escáner, a un órgano y a una realidad energética.
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  • ¿Realidad energética?
  •  Somos una unidad compuesta de cuatro realidades inseparables: orgánica, cerebral, psíquica y energética. No hay ni una sola célula del cuerpo que escape al control del cerebro, y este no escapa al control del pensamiento, consciente o inconsciente; de manera que ni una célula del cuerpo escapa al psiquismo. Un shock siempre va acompañado de un sentimiento personal que repercute en los cuatro niveles biológicos.
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  • ¿Y es irreversible?
  •  Cuando encontramos la solución esos cuatro niveles sanan simultáneamente. Una paciente tenía dolor en el hombro. "¿Desde cuándo?", le pregunté. "La primera vez estabas sola con mis hijos" "Si estas con tus hijos, no estás sola, ¿quién falta?" "Mi marido que nunca está, yo necesito estar arropada". Cuando lo reconoció, el dolor desapareció.
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  • A lo largo de un día no satisfacemos todas nuestras necesidades 
  • fundamentales.
  • Cuando no las satisfacemos, nace una emoción. Si esa emoción se libera en el exterior bajo una forma artística, a través de la palabra, el baile o los sueños... todo va bien. Cuando el acontecimiento no está expresado, queda impreso y el cuerpo será el último teatro de ese evento.
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  • ¿Todo conflicto provoca enfermedad?
  •  No, es necesario que sea dramático, imprevisto, vivido en soledad y sin solución. Cuando se dan estos cuatro criterios, el trauma se manifestará a través de la biología.
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  • ¿Distintas emociones corresponden a distintos órganos del cuerpo?
  •  Sí, todo lo que tiene que ver con la epidermis responde a conflictos de separación; el esqueleto, a una desvalorización; la vejiga corresponde a conflictos de territorio. Para las mujeres diestras, problemas en el seno y hombro izquierdos corresponden a problemas con los hijos y viceversa para las zurdas; los desajustes en el seno y hombro derechos corresponden para las diestras a problemas con la pareja y viceversa.
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  • ¿Estómago e intestino?
  •  No tener lo que se quiere y no poder digerir lo que se tiene corresponde al duodeno y estómago. El colon corresponde a un conflicto asqueroso, podrido. En el recto están los problemas de identidad: "No me respetan y me dejan de lado". Los riñones es la pérdida de puntos de referencia. Los huesos: grave conflicto de desvalorización...
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  • ¿Lo adecuado para estar sano?
  •  Revalorizar las emociones, ser consciente de las emociones y expresarlas, es decir: bailar más a menudo. La gente está mucho tiempo en lo emocional pero son emociones procuradas: fútbol, cine... Un malestar compartido disminuye a la mitad, continúa compartiéndolo y acabará desapareciendo. Una felicidad compartida se multiplica por dos.
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  • La ira y la violencia se expresan a sus anchas.
  •  Un hombre tiene miedo, el miedo produce rabia, y la descarga enfadándose con su mujer. Cuando estamos en contacto con la emoción auténtica, se transforma; cuando lo estamos con la emoción de superficie, no hay cambio. Si el hombre se dice: "Lo que tengo es miedo", su miedo disminuye a la mitad. Hay que tomar conciencia de uno mismo.



Leer más: http://www.lavanguardia.com/lacontra/20110530/54163306905/cada-organo-danado-responde-a-un-sentimiento.html#ixzz28tUNqS4Z

viernes, 5 de octubre de 2012

ANATHEORESIS, UNA APORTACIÓN EFECTIVA A LA SALUD ANÍMICA Y FÍSICA

A día de hoy es bien sabido que los factores ambientales en los que vive la persona: estrés emocional, traumas antiguos, situación familiar y laboral, etc, etc. son la causa fundamental de que se manifieste la enfermedad física, es más, muchas veces la enfermedad aparece como una "solución biológica" a un estado de estrés emocional, siendo este factor mucho más determinante que la carga genética del enfermo puesto que, el que determinados genes que pueden producir enfermedad se expresen depende de los factores emocionales antes citados. Por tanto, el ocuparse del estado emocional del enfermo es fundamental para mejorar las posibilidades de curación en personas con cáncer, enfermedades autoinmunes, degenerativas, alérgicas, cardiovasculares o cualquier otra patología.

Anatheórisis no es una terapia sustitutiva de otras, es más bien integrativa, donde a los esfuerzos por curar el cuerpo se le suman mecanimos de sanar la mente, las emociones, el alma...

Anatheóresis es una terapia que, basada en postulados científicos, ha sido ampliamente comprobada experimentalmente. Tiene sus fundamentos en los distintos ritmos cerebrales (fundamentalmente emocionales) que condicionan nuestra percepción en el transcurso de nuestra fase de crecimiento, desde el momento en que somos concebidos hasta los siete a doce años en que la frecuencia cerebral es ya de ritmos beta maduros. De ahí que Anatheóresis permite al paciente revivir las causas emocionales profundas que alimentan su enfermedad. Básicamente daños que tienen sus raíces en el transcurso de la gestación y en el nacimiento. 

De la eficacia de Anatheóresis se ha dicho que es "la más revolucionaria aportación en la búsqueda de una nueva forma de entender la medicina"


Anatheóresis es una terapia psicológica, no utiliza fármacos, si bien, en Centema, reforzamos la técnica, cuando es necesario, con terapia floral (flores de Bach) terapia Craneosacral, Reiki, etc. Se sirve tan sólo de un estado de conciencia especial que equivale a una simple relajación en la que el paciente no pierde la conciencia. Por el contrario, se mantiene perfectamente lúcido, siendo en todo momento dueño de sus actos.


Todo se reduce a un diálogo con vivenciaciones que, aún reproduciendo emocionalmente los daños nucleares y los que siguieron a éstos hasta los siete a doce años, no por ello reproduce las alteraciones fisiológicas que en su día pudieron provocar esos daños. Al contrario, Anatheóresis es una terapia altamente gratificante. 


Sepa que Anatheóresis no cura enfermedades, sino que cura a enfermos. De ahí que cada paciente es una biografía que debe tratarse individualmente. Su caso es usted, porque usted es su enfermedad. Así pues, es preciso hablar con usted, no con su enfermedad -que es lo que suele hacerse- para conocer su caso. 





"Hasta que lo subconsciente no se haga consciente, el subconsciente seguirá dirigiendo tu vida, y tú lo llamarás destino"
                                                            Carl Jung



                                                                     Ana María Amorín Gil
Licenciada en Psicología; Master en Terapia Familiar (USC) y experta en Anatheóresis por la  BIRCHAM INTERNATIONAL UNIVERSITY